viernes, 2 de diciembre de 2011

Divagaciones Biológicas




De: Laura Martínez Domínguez.


Dice el último cantautor que siempre es viernes, y en ocasiones el invierno saca su revólver y te encañona en las costillas, la mujer lo escucha como la última de sus obsesiones, de aquellas que le dan la certeza de que biológicamente se puede estar bien equilibrado.

El gato se ríe de la palabra biología, mientras el reloj marca uno de esos minutos cansados, de aquellos que requieren ser renovados antes que el hastío se apodere de ellos.

Y la araña piensa en que esta mañana no le interesa salir del reloj, encontrar la salida y mucho menos buscarla.

La mujer piensa en la risa del gato y el libro rosado le dice que en la época anterior a la constitución de la biología como una ciencia independiente, la relación mentada ha sido tan estrecha que se podía inclusive afirmar que la investigación biológica constituía una parte de la investigación filosófica. Así ocurre patentemente en algunas de las opiniones biológicas de los presocráticos, especialmente de Empédocles, los cuales aparecen trayendo consigo grandes bolsones, todos se preguntan por su contenido, pero nadie se atreve a aclarar la duda.

En un segundo tardío, el que marca un momento matutino, llega Aristóteles para quien la investigación biológica constituye una parte de la investigación física, la cual, a su vez, se basa primariamente en un análisis conceptual.

La mujer lo escucha, tratando de averiguar cómo es que el tema de la bilogía se instaló un día nublado, en donde una vez más un oxímoron flota en el aire… el libro rosado le dice que mientras la llamada filosofía natural es en gran parte de índole ontológica (con excepción quizá de la meteorología), la biología es en muy considerable medida "experimental". La mujer se rinde, además están haciendo experimentos en su jardín los de Teofrasto y sus discípulos sobre los animales y las plantas, muestran un carácter cada vez menos especulativo. Lo mismo ocurre en varios de los miembros de la escuela de los peripatéticos y especialmente en lasinvestigaciones efectuadas en Alejandría, el cuervo medieval ataviado con bufanda decide emprender el vuelo antes de que intenten saber que tiene bajo sus plumas, y los pájaros instalados en el árbol milenario están calladitos esperando que nadie note su presencia.

Mientras en la cocina hay una explosión democrática, ocasionada por los biólogos experimentales o especializados en alguna rama de la biología se manifiestan, por lo general, en favor de la opinión Biología y filosofía no tienen ninguna relación, pues la biología es una ciencia y la filosofía no lo es. Fundamento de esta opinión es el considerar que las ciencias solamente pueden relacionarse entre sí e inclusive que solamente las ciencias usan un lenguaje cognoscitivo. Los biólogos teóricos, los historiadores de la biología y muchos filósofos se adhieren a la opinión Biología y filosofía están relacionadas de alguna de las siguientes maneras: (a) la filosofía proporciona a la biología bases o epistemológicas o metafísicas u ontológicas o las tres al mismo tiempo; (b) la biología proporciona a la filosofía resultados que ésta puede elaborar y, sobre todo, interpretar en el marco de una ontología general, o de una metafísica general o inclusive de una concepción del mundo; la mujer entra a la cocina y trata de preguntarles qué es lo que pretenden al estar todos arriba de la mesa, pero es tanto el ruido que sus palabras se pierden, en un eco sin sentido… la mujer abandona la cocina y espera a que ellos terminen de discutir y salgan apresurándose despacio.

El reloj marca un minuto que denota impaciencia por una espera interrogante que es interrumpido por uno de los líderes de los biólogos experimentales que es Maritain, con su doctrinade la distinción entre lo ontológico y lo empiriológico; acompañado de uno de los biólogos teoricos J. H. Woodger, con sus análisis semánticos, en especial sobre los enunciados teóricos de la biología.

La mujer se instala en el diván anaranjado, el gato juega con los últimos filósofos-biólogos haciéndolos resbalar por el lavabo, el escarabajo anunció que los días nublados son para pasear, por lo que anuncio su partida a manera de crónica, la araña también desearía hacer lo mismo, pero dado su encierro en esta libertad del reloj, tiene que conformarse con ver las nubes por la ventana; el libro rosado esta sobre el televisor que recientemente perdió el sonido… la mujer decide salir de su espera interrogante y dirigir sus pasos hacia otro sitio, hacia donde la ciudad la invite.

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