lunes, 12 de diciembre de 2011

Técnicas y Divagaciones





De: Laura Martínez Domínguez


El reloj marca un minuto que anuncia una cita próxima… la mujer solo espera que el reloj le marque exactamente el minuto en el que debe partir…

El gato, luego de haber tenido días completos de aburrimiento por fin ha encontrado a un par de griegos que dicen que son filósofos y que además usaban el término técnica, para designar una habilidad mediante la cual se hace algo generalmente, se transforma una realidad natural en una realidad "artificial". La mujer les da oídos y busca al libro rosado…

La araña se enreda en la manecilla grande mientras Aristóteles afirma que la téchne es superior a la experiencia, pero inferior al razonamiento — en el sentido de un "pudo pensar", aun cuando el pensar requiere asimismo reglas.

Mientras el reloj marca el siguiente minuto con inusitada exactitud dado que llega Kant según el cual el "modo técnico" puede aplicarse no solamente al arte, sino también a la Naturaleza. Kant dice que la belleza de la Naturaleza revela una técnica de ella como sistema realizado de acuerdo con leyes. Kant distingue entre una technica intentionalis y una technica naturalis y llama "técnica de la Naturaleza" a la causalidad propia de la Naturaleza en relación con la forma de sus productos en tanto que fines.

La mujer se instala en el diván anaranjado y piensa en la técnica, y dado que el libro rosado esta perdido le pregunta a Spengler, quien por cierto esta junto a ella en el diván y le dice que la técnica es "la táctica de la vida". Spengler propone esta filosofía de la técnica a base de comparar el hombre con un "animal de presa". La mujer no queda del todo convencida de lo que dice el filosofo; por lo que se alegra cuando llega Ortega y Gasset indica que hay que distinguir en la evolución histórica de la técnica tres estadios: la técnica del azar, propia del hombre primitivo, accesible a todos los miembros de la comunidad y casi confundida con el repertorio de actos naturales; la técnica del artesano, propia de la Antigüedad y de la Edad Media, patrimonio de ciertas comunidades; la técnica del técnico, tal como aparece en la época moderna, y especialmente en la edad contemporánea, con la importancia adquirida por la "máquina" y la diferencia no sólo entre el técnico y el no técnico, sino también entre el técnico, el artesano y el obrero.

El gato pide un llenado de tazón al estilo cucharadas de cultura dionisiaca, pero la mujer solo logra encontrar figuras exactas de neokantianos, por lo que el gato las come con franca resignación, en días como hoy requiere cultura dionisiaca…la mujer lo entiende, pasó más horas de las debidas con el personaje aquel salido de sus sueños y ahora una apología socrática es la consigna a leer, sino será enviada a la reducción, una vez más, de la caricatura de sí misma… la mujer ríe, solo se puede traicionar una vez, a la siguiente ya es costumbre indiferente.

El reloj los hace salir de sus divagaciones y marca el segundo pegajoso en el que aparece Gilbert Simondon, quien ha tratado de mostrar que la idea según la cual la máquina es ajena al hombre procede de un desconocimiento de la máquina y de sus potencialidades más bien que de la estructura de la máquina y del maquinismo. La mujer riñe al reloj por interrumpir sus divagaciones, pero el reloj haciendo caso omiso hace rodar a la araña hasta el empolvado numero tres de donde desciende Pierre Ducassé, el cual ha llegado a escribir que "una educación de la libertad filosófica es posible en el mundo —y por el mundo— de los técnicos", por lo que hay que reaccionar contra un détachement spéculatif que no tendría hoy ni fundamento ni sentido, la mujer se rinde y regresa a la técnica, o al menos lo intenta porque en ese instante llega Heidegger con consideraciones acerca de la técnica y del mundo técnico que son notoriamente hostiles a ambos. El hombre interpela (stéllt) por la técnica a la Naturaleza, pro-vocándola. A ello llama Heidegger Gestell — término que designa un objeto útil, pero que Heidegger entiende como "detención y rebusca" (y que está relacionado con her-stellen, dar-stellen, etc.).

La mujer lo ignora, y se da cuenta de que Heidegger siempre hablará desde la traición, por lo que le pide al filósofo que abandone su diván anaranjado y piensa en la técnica como aquella habilidad de la que hablaban los griegos, o de su superioridad con respecto de la experiencia e inferior al razonamiento, como buscando un término medio entre ambos…

El gato salta al diván anaranjado afirmando que requieren reservas de cucharadas de cultura dionisiaca, la araña recuerda que debe buscar la salida del reloj pero se entretiene observando como el escarabajo epistemológico relata decepcionado su reunión en el club de los escarabajos solitarios que no sabían lo que es epistemología y la mujer toma sus cosas, se observa en el espejo y sale a la cuidad que le promete una noche donde lo que impera es el principio de incertidumbre.

1 comentario:

  1. La táctica de la vida se sublima cuando las palabras se encadenan entre vino rosado y jamón serrano.
    En esas noches donde reina el principio de incertidumbre, necesariamente hay que darle la espalda a la técnica maquinista moderna, yo sin duda prefiero la cultura dionisiaca... en algunos casos donde la carretera nos lleva a sitios lejanos y rurales, podríamos incluso sumergirnos en el folclor dionisiaco, en el que la técnica del azar seguramente nos regalaria un buen repertorio de actos naturales.

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