miércoles, 2 de noviembre de 2011

Fantasías Divagantes





De: Laura Martínez Domínguez

La mujer está esperando, lo cual odia… el gato salta al diván anaranjado y le dice que en el jardín están las cuatro ardillas sordas… la mujer no le escucha, empieza a pensar las razones por las cuales el personaje de las partículas elementales es incapaz de acudir a una cita adecuadamente… su mente divaga y el libro rosado le dice que el término 'fantasía' procede del griego y que se traduce de varios modos: 'aparición', 'acción de mostrarse', 'espectáculo', 'representación'.

El reloj marca un minuto por demás exasperante, la mujer lo mira y quisiera que se suspendiera, la araña ríe ante el deseo de la mujer, todos los habitantes de la casa saben que el reloj suele hacer lo que le viene en gana.

De pronto aparece Platón y usó el término fantasía y términos semánticamente relacionados con el mismo en varios pasajes de sus diálogos. La fantasía es la representación que surge del "aparecer" y en este sentido se contrapone al conocimiento del ser o de la realidad. La mujer lo escucha y piensa que quizá el personaje de las partículas elementales esta en un lugar lejano donde la comunicación es imposible, aunque la tengas en el bolsillo.

El gato trata una vez más de que la mujer escuche que en el jardín está el cuarteto de ardillas sordas, pero es interrumpido por Aristóteles, quien afirma que la fantasía ["imaginación"] no puede ser equiparada ni con la percepción ni con el pensamiento discursivo, bien que no haya fantasía sin sensación ni juicio sin fantasía. La fantasía radica en nuestro poder de suscitar ("conjurar") imágenes aun cuando no se hallen inmediatamente presentes los objetos o fuentes de las sensaciones. La mujer mira una vez más el reloj pero este al marcar las 3:21 termina por evocar las imágenes mas desesperadas.

El escarabajo no ha querido volar en días, resulta que encontró un cojín del cual se ha prendado y ahora es imposible e impensable que lo deje, por lo que sí es antes o no del atardecer, ciertamente lo tiene sin cuidado.

El reloj marca las 3:23 y la mujer imagina que el personaje de las partículas elementales ha sido capturado por la Santa Inquisición, y ahora está sufriendo toda clase de torturas, sin embargo, en esos momentos entran muchos autores medievales que emplearon los términos phantasia e imaginatio (imaginatio fue el vocablo latino por medio del cual se tradujo fantasía, dándoles con frecuencia un sentido similar, si no idéntico. La mujer los mira con extrañeza y les pregunta si han visto al personaje de las partículas elementales… ninguno le responde, además entran mas autores, especialmente los que seguían la tradición neoplatónica, y consideraron a la phantasia como una actividad de naturaleza intelectual, o predominantemente intelectual.

La mujer escapa hacia el diván anaranjado, ya que el reloj le marca las 3:27, pero en el camino se tropieza con algunos autores que al parecer andan siguiendo a San Agustín y estimaron que la fantasía es una vis animae de carácter inferior, más vinculada a la sensibilidad que al intelecto… la mujer piensa en sentir que el personaje de las partículas elementales ha sido víctima de una abducción extraterrestre… no lo logra, por lo que se instala en el diván.

El reloj marca una vez más el minuto de la desesperación, de la espera y con él llegan Santo Tomás y los autores tomistas quienes tomaron como base los análisis aristotélicos. Por lo que ahora es común entre los tomistas distinguir entre una fantasía sensible y una fantasía intelectual. Pero la tendencia predominante era la de estimar la phantasia como una facultas sensitiva.

La mujer acaricia al gato imaginando que quizá fuera de su casa ha ocurrido una catástrofe y solo su morada ha sobrevivido, pero Dilthey, la interrumpe y le dice que la fantasía poética es el fundamento de la creación libre, en virtud de la energía propia poseída por ciertas vivencias. La mujer debe de admitir que nunca ha estado en una catástrofe, por lo que descarta la idea.

El gato encuentra a Müller-Freienfels, agazapados debajo del diván, y los oyen cómo distinguen entre la fantasía creadora y la fantasía lúdica. La primera engendra posibilidades de representación (y tiene un sentido muy parecido al aristotélico); la segunda juega libremente con las representaciones y hasta puede producir representaciones "nuevas". El gato los abandona, y corre a la cocina esperando que su tazón sea llenado de figuras perfectas de autores medievales.

La mujer esta buscándolos en la alacena cuando el reloj le marca las 3:34 y al saberse ignorado, marca el siguiente minuto, las 3:35 resuenan en la casa ensordeciéndolos a todos, incluyendo a Croce quien ha destacado el carácter productor de la fantasía en el campo artístico, a diferencia del carácter combinatorio de imágenes de la imaginación llamada asimismo productiva.

La araña se cuelga en la manecilla grande, en ocasiones le gusta jugar con el tiempo, sobre todo con aquel en el que la mujer espera y además aparecen personajes como Jakob Frohschammer, el cual admitió un principio único y fundamento de conocimiento, la llamada Phantasie, fundándose en algunas doctrinas idealistas estimó que sin el principio de fantasía no puede entenderse ninguna novedad y ningún cambio en el universo.

De pronto y cuando son las 3:37 el libro rosado afirma que la fantasía es el principio del mundo como ser "orgánico" y del alma como ser "espiritual". Es asimismo el principio de Dios, el cual produce el mundo por medio de la fantasía.

La mujer luego de alimentar al gato con autores medievales, decide que el reloj puede marcar los minutos que desee, porque ella ha dejado de esperar, además no tiene ningún sentido preocuparse por alguien que quizá este en una aldea lejana usando un sombrero ridículo, al más burdo estilo de filme francés, por lo que toma sus cosas, deja de esperar al personaje de las partículas elementales y sale a la ciudad sintiendo que el tiempo no existe.

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