lunes, 23 de enero de 2012

Final, que también es hasta luego.



De: Laura Martínez Domínguez

Hoy hace 365 días exactamente me comprometí a redactar 60 cuentos. Logré el objetivo y le he puesto punto final al número 60.

Debo admitir que cuando empecé con esta idea pensé que en el cuento numero 10 habría perdido por completo las imaginación y las ganas de seguir escribiendo, sin embargo, sucedió que los personajes empezaron a tomar vida propia y se las ingeniaban para que cada vez les sucediera algo nuevo y totalmente interesante.

Además conté con la ayuda de aquellos personajes que tienen una dimensión humana fuera de mis cuentos, como el personaje de las Partículas Elementales que ha hecho que mi vida sea participe de numerosas huidas, risas, cariños y recuerdos entrañables; una Palomilla Apocatastásica quien al darme la certeza de que siempre revoloteará a mi alrededor me permite sumergirme en la hilarancia de una vida ya de por si Ionesca y que a su lado además es faérica y un personaje salido de mis sueños que en defensa de su historia me regala las palabras más disparatadas para que mis personajes dialoguen sobre ellas.

Lo cierto es que esto no es un adiós, solo un hasta luego, una despedida momentánea para poder acumular historias y darles nueva vida a estos personajes que les agradecen que semana a semana nos hayan leído e incluso comentado.

Por ello en nombre de la mujer del diván anaranjado, el gato que come filosofía, el reloj y la araña atrapada en él, el escarabajo que quería ser epistemológico, el cerdo metafísico, el cuarteto de ardillas sordas, los pájaros del árbol de naranjo, el cuervo medieval ataviado con bufanda e incluso el pajarito simpatiquísimo que sorprendió a todos por su superlativo, les damos las gracias por habernos acompañado este año.

Hasta pronto.

1 comentario:

  1. Mucha tinta electrónica ha sido derramada en medio de un torrente de palabras que se alimento de vivencias, de encuentros y de innumerables momentos que han quedado grabados en el tiempo y que han dado forma a esta historia que empezó hace mucho mas de cien días.
    Nos enredamos entre filosofía y oscuridad compartida, en anécdotas de complicidad, entre libros y entre vicios ...tal vez hubo algún espacio para la virtud, pero por los clavos de Cristo, la perversión fue-es la mayor de ellas.

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