domingo, 12 de junio de 2011

Divagaciones Egoístas



De: Laura Martínez Domínguez


El reloj, luego de cinco días de inactividad total, en donde pasó horas enteras con las manecillas estáticas, marca un minuto estrepitosamente exacto. La araña se pregunta cuándo dejará de suspender el tiempo, el reloj le da una hora expectante a manera de respuesta.

El gato a falta del diván, ha estado encaramado en la mesa de la cocina, y ha comunicado a la mujer que desea usar chaleco, ha visto a un conejo que hace lo mismo y piensa que también a él le sentaría bien… la mujer lo ha ignorado pensando en cuándo llegará su diván.

Debe abrir la puerta dado que Schopenhauer toca con fruición y dice que durante el siglo XIX se tendió o bien a distinguir entre "egoísmo teórico" y "egoísmo práctico".

La mujer se pregunta de dónde ha salido esa palabra, busca entre sus cabellos y resulta que el personaje salido de sus sueños se la enredó hace tanto tiempo que lo había olvidado o simplemente se acostumbró a ser adjetivada de esa manera.

Aristóteles dice que el amor a sí mismo se refiere a lo que se ha llamado con frecuencia egoísmo. La mujer lo escucha y trata de asimilar el concepto preguntándole si es verdad lo que afirma… el filósofo al no encontrar el diván anaranjado sale por la puerta principal.

La mujer sale de la cocina rumbo a la sala, y encuentra a Hobbes, Spinoza, Bernard de Mandeville y otros, quienes mientras buscan dulces en los estantes, han indicado que los hombres se mueven por sus propios intereses, es decir, "egoísticamente".

El escarabajo los escucha y se sorprende que no estén en la cocina, él ahora está en un costado del tostador, la mañana le pareció particularmente fría.

En la sala los filósofos han encontrado dulces por lo que se repantingan sobre los sillones y dicen que la afirmación anterior parece hacer imposible la sociedad. Pero es posible concebir una sociedad donde, sin haber desaparecido el egoísmo, se haya transformado; en verdad, la transformación del egoísmo de cada cual (que lleva a la aniquilación de todos por todos) en egoísmo colectivo (por medio del cual cada individuo adquiere una relativa seguridad) es lo que hace posible, según dice Hobbes, la sociedad.

Bernard de Mandeville, le contesta y le dice que, por otro lado, la combinación de los egoísmos individuales puede dar lugar, y da usualmente lugar, a beneficios comunes.

Abruptamente se levantan y salen por la puerta de la cocina tropezando con Le Dantec quien afirma que el egoísmo es, el "constitutivo natural" del hombre que se revela tan pronto como se prescinde de todo lo que ha agregado al hombre "la cultura" y el llamado "progreso"… la mujer lo escucha con atención, quizá ser adjetivada de esa manera no sea tan terrible como alguna vez lo pensó, quizá fue el tono usado por el personaje salido de sus sueños lo que la hizo entrar en crisis y en ese momento no poseía ironías.

Kant, la interrumpe diciendo que hay que distinguir entre egoísmo lógico (en el cual se mantiene el propio juicio sin considerar el de los demás), egoísmo estético (en el cual se afirma el propio gusto), egoísmo moral (en el cual el individuo se confina a su propia acción) y el egoísmo metafísico (en el cual se rehúsa reconocer la existencia, o justificación de la existencia, de otros "yos" o de la "realidad externa")… la mujer se pregunta si el personaje salido de sus sueños se referiría a una distinción en particular… la pregunta queda en el aire porque el gato al escuchar metafísico corre en busca del cerdo metafísico, y la mujer le dice que lo encontró sobre una ballena usando un sombrero de pluma… el gato vuelve a afirmar que él quiere utilizar chaleco.

Llegan Stirner y Nietzsche, discutiendo sobre el egoísmo, el primero dice que se trata del resultado de la afirmación de "mí mismo" como "único". En tanto que el segundo dice que se trata de la "autoafirmación" y de la "voluntad de poder".

La mujer les ofrece unos vasos con jugo de arándanos, los filósofos aceptan mientras se les une Unamuno quien ha empleado también el vocablo 'egotismo' (y 'egotista') para diferenciarlo de 'egoísmo' (y 'egoísta'): "El egoísta es el que defiende y exalta sus intereses, sus cosas, no a sí mismo, al yo que es, y el egotista es el que se defiende y exalta a sí mismo, al yo que es. Los filósofos no logran contestar porque llega Ezequiel de Olaso diciendo que Unamuno "aparente enemigo del egoísmo lo critica pero extremándolo y al egoísmo del tener opone el egoísmo del ser"

La mujer los deja en la cocina, trata de sentarse en su diván pero resulta que aun no está listo luego de la invasión de hormigas, el gato llega a la cocina y pide un llenado de tazón, específicamente de cucharadas de vida dionisiaca, el escarabajo ha volado, sabe que aun no es antes del atardecer pero ciertamente decidió ser egoísta con su propio tiempo, pensó que ser epistemológico debía de darle ciertas ventajas; el reloj marca un minuto más, por lo que todos en la casa se sientan a esperar a que el diván aparezca.

2 comentarios:

  1. Me preocupa que no esté el diván, que las hormigas se hayan apoderado de él, como esa fuerza avasalladora.
    También soy egoísta, mientras guardo para mi beneficio el acto solitario de la lectura. ¿Acaso el egoísmo conoce algún otro benefactor que no sea sí mismo?

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  2. Egoistamente uno se apodera de grandes cantidades de vida dionisiaca mientras se vive una inolvidable historia "dolce farniente" donde todo parece vivir al nivel del suelo, las cajas, la música, los clásicos del cine, las largas horas y el vino...un manifiesto egotista del yo que es.

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