miércoles, 16 de febrero de 2011

Kármicas Divagaciones.



De: Laura Martínez Domínguez.

El gato esta recostado en el diván anaranjado, la araña se pregunta cómo salir del reloj, en tanto el reloj ríe a carcajadas, le corresponde marcar un minuto carente de exactitud.

La mujer está revisando un baúl que contiene un sinnúmero de cosas, desde programas de mano, hasta panfletos que hablan de cosas absurdas, se impresiona de la cantidad de cosas que puede acumular.

La araña salta al número 10, mientras trata de averiguar la causa de que esté encerrada en ese reloj… la mujer encuentra un sobre que tiene por título Karma, la araña sufre un sobresalto, de pronto las cosas se empiezan a aclarar, quizá está cumpliendo un Karma asignado.

El gato está en franco aburrimiento por lo que decide deambular por la casa, pero solo logra encontrar a las bráhmanas, y con ellas a esos ritos y sacrificios… el gato los deja pasar y continúa buscando.

La mujer lee en voz alta: Karma es uno de los conceptos fundamentales de la filosofía india, especialmente a partir de los comienzos del período post-védico, la araña se libera del último minuto exacto marcado por el reloj y presta atención a la lectura de la mujer, la cual prosigue diciendo que Karma significa originariamente "movimiento" o "fuerza"; por extensión, designa la fuerza que puede desarrollar un acto y por medio de la cual este acto desemboca en un resultado… el gato corre al diván creyendo que Hume aparecerá de un momento a otro, pero Hume no aparece.

La araña sigue en el numero 10, el reloj no ha movido sus manecillas, pero un segundo mas está a punto de atusarlo para que lo haga, en tanto la mujer al continuar con la lectura descubre que esa fuerza en cuestión puede ser acumulada en el curso del tiempo y desencadenarse en un cierto momento, con lo cual se establece el grado de mérito o falta de mérito de las acciones.

De pronto llega por correo una nota en donde se explica que en la literatura védica propiamente dicha se trataba predominantemente de una serie de ritos externos, en tanto que en la posterior literatura upanisádica se introdujo, cada vez con mayor insistencia, un motivo moral.

La mujer piensa en aquello del motivo moral, el gato una vez más llega al diván creyendo que Kant llegará con exactitud, pero eso tampoco sucede… el gato está pensando que el karma vivido el día de hoy es padecer el aburrimiento ya que los filósofos no aparecen por ningún lado… la mujer se burla de él diciendo que es su castigo por haberlos perseguido sin tregua durante tanto tiempo… el gato pide que su tazón sea llenado.

La mujer le sirve al gato un poco de filosofía india, a lo cual el gato piensa que es demasiado especiada para su gusto, la mujer lo mira diciendo que si no la come vivirá el Karma de padecer hambre… el gato hace un esfuerzo.

El reloj suspendido, la araña en plena meditación, la mujer regresa a la lectura y descubre que ese motivo moral, en el que pensaba antes de ser interrumpida por el gato, estaba constituido por la ley o leyes de comportamiento con vistas a las recompensas o castigos (estos últimos consistentes en reencarnaciones inferiores) después de la muerte, la araña solloza desconsoladamente, se imaginó como un ser abominable en su vida pasada, condenada a pasar esta vida como la araña atrapada en un reloj caprichoso e irónico.

La mujer continua leyendo… por eso karma llegó a significar asimismo 'ley' u Orden' — ley de conservación de la fuerza antes mencionada y orden que debe seguir el alma en el camino hacia su liberación… la araña deja de sollozar y el reloj le advierte que si empieza a llorar, él mismo le buscará la salida, no puede tolerar otra inundación… el gato ha terminado con el contenido de su tazón, la mujer le pregunta si desea un poco más, el gato no contesta, salta al diván.

La mujer termina de leer y el panfleto concluye con que El karma puede ser entendido, de un modo general, como ley u orden moral eterno, o de un modo particular, como el orden de cada alma, o de una determinada casta.

La araña trata de no resignarse, sabe que no puede ser tan malo ser una araña, y que además estar encerrada en ese reloj puede ser meramente circunstancial; de pronto, el gato encuentra a un escarabajo que al volar antes del atardecer decidió instalarse en una pequeña mesa ubicada al lado del diván anaranjado, y como él hace tiempo y gracias al autocontrol dejó de comerlos, el escarabajo se puede instalar cómodamente.

La mujer lo observa, cierra el baúl y se pregunta qué seria en su antigua vida, que en esta le toco estar condenada a vivir rodeada de la falta de coherencia y el absurdo.

2 comentarios:

  1. — "Karma es la ley u orden moral eterno" — comentó el hombre con la certeza de que las malditas palabras podían ser pronunciadas con una ironía casi ofensiva... en ese momento se duplicó.

    Duplicado en la conciencia y duplicado en la inconciencia.
    Duplicado en ese ego que contiene la capacidad cognitiva no abstracta que le permite la interactuación, interpretación y asociación con los estímulos externos a partir de si... y duplicado en la inconsciencia, esa parte oscura donde se desata toda la complejidad de las fuerzas internas que originan esa segunda posibilidad existencial del alter ego.

    — "Karma, fuerza que desarrolla un acto y por medio de la cual este acto desemboca en un resultado" — El ético y moral hombre duplicado repitió con terror esas palabras contenidas en Kármicas divagaciones, y sintió un frío de muerte al no saber si sus actos, o los de su original podrido y corrompido ego, serán los que determinen los resultados con los que su existencia haya de ser inscrita en esa fuerza vital del cosmos.

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  2. Karma, la mujer trata de no responder con sarcasmo que la maravilla que esta viviendo en estos momentos es gracias a la vida pasada, a la que alguien más le heredó o ella misma se la ha adjudicado... el punto aquí es soportarle al Karma la ironía.

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